Necesito sus brazos fuertes, sus cuentos para darme sueño, sus pseudo intentos de hacerme cosquillas.
Necesito dormirme en ese rincón entre su hombro y su cuello, ese rincón en el que solamente puedo estar yo, que es solamente mío. Respirar su perfume, besarlo un poco, sentirlo cerca. Necesito enredar nuestras piernas, empujarnos porque uno ocupa más lugar en la cama, taparnos hasta la cabeza y hablar debajo de las sabanas.
Necesito que sean las cuatro de la mañana y nos estemos riendo del miedo que nos provoca la oscuridad. Necesito cada mañana encontrarlo ahí, a mi lado, que me mire con los ojos todavía dormidos y me diga “buenos días mi amor”, y que de repente se vuelva a quedar dormido.
Necesito que me bese, que me diga “en un rato me levanto”, y que un rato sean dos horas.
Desde que pude dormir con él, me di cuenta que el amor va más allá de lo que pensaba, que a veces dormir con alguien puede ser mucho más que solo dormir, que tener novio es mucho más que besarse y tener sexo.
Desde que estoy con él, me di cuenta, que alguien al menos puede hacerme feliz.
Felices siete meses mi amor, y te agradezco por todo lo que me haz hecho sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario